La nueva Biblia

Tal vez exageré un poco con el título, pero quería llamar tu atención y creo que todos entendemos la intención cuando alguien dice “la Biblia de…”, o sea, como una ley inmutable que debemos cumplir y respetar. Bueno, hoy me sumo a muchísima gente que desde los años setenta del siglo pasado están trabajando y presionando para cambiar el modelo económico que nos tiene al borde del colapso ambiental y que tienen como “Biblia” a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas. Chequen este enlace para conocerlos y entrar de lleno al tema:

https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/

Es curioso, llegué a este punto después de estudiar esta problemática durante los primeros meses pandémicos, pero el punto clave, digamos que el que me dio el empujoncito que faltaba, fue una charla que di en Alexandra’s en 2019 que titulé “Empresas que no dejan huella…, ecológica” (gracias a Maru Medina por la invitación). Preparándola tomé plena conciencia de conceptos como sostenibilidad, la ya mencionada huella ecológica, agroindustria, agricultura ecológica, Día del sobregiro de la Tierra, entre otros. A partir de ahí empecé a entender realmente la gravedad del problema y sentí que tenía que hacer algo además de sembrar arbolitos y comer saludable.

Pero no te sientas tan culpable, esta vorágine empezó hace muchos años, a finales del siglo XVIII según los historiadores. Se conjuntaron tres hechos: la publicación de “La riqueza de las naciones” por Adam Smith (las bases teóricas del capitalismo), la independencia y creación de los Estados Unidos de América (el imperio del capitalismo) y la invención de la máquina de vapor (base de la Revolución Industrial). En ese entonces había como 1000 millones de personas en todo el mundo (casi toda en el campo) y nadie se imaginaba que tan sólo 250 años después estaríamos tan mal porque creían que el planeta era nuestro, que los recursos eran inagotables y que podíamos reproducirnos sin control. Lo irónico es que hoy muchos expertos dicen que deberíamos cambiar nuestro modelo de producción por uno más artesanal, orgánico y sostenible al mismo tiempo que se controla la explosión demográfica, en otras palabras, vivir como en 1750.

Cuento con que vas a darle clic al enlace anterior, pero me adelanto un poco para que veas que son 17 objetivos, que abarcan todas las problemáticas que nos urge resolver y que cualquiera que sea tu ocupación o ubicación verás que puedes ser parte de la solución:

1. Fin de la pobreza
2. Hambre cero
3. Salud y bienestar
4. Educación de calidad
5. Igualdad de género
6. Agua limpia y saneamiento
7. Energía asequible y no contaminante
8. Trabajo decente y crecimiento económico
9. Industria, innovación e infraestructura
10. Reducción de las desigualdades
11. Ciudades y comunidades sostenibles
12. Producción y consumo responsables
13. Acción por el clima
14. Vida submarina
15. Vida de ecosistemas terrestres
16. Paz, justicia e instituciones sólidas
17. Alianzas para lograr los objetivos

Una de las palabras de moda es “esencial” y aplica perfecto para entender la urgencia con la que debemos proceder. Más allá de todas nuestras diferencias, gustos o necesidades todos compartimos la misma casa y el primer paso es conocer el problema, estoy seguro que esto te llevará a actuar y ser promotor del cambio. Recuerda, nada tiene sentido en un planeta devastado y envenenado.



Publicado en el Blog de la UPP (Universidad Privada de la Península)
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